segunda-feira, 13 de setembro de 2010

22/09/2010 - 8h - Filme: La flecha y un compás (1950)

Sabiendo que voy a hacer feliz a algunos amigos del foro he decidido subir los dos primeros trabajos reliazados por David José Kohon.
Se trata de "La flecha y un compás" (1950) película muda experimental dirigida en sus tempranos 20 y "Buenos Aires" (1958)

Este es un fragmento de la entrevista publicada en el libro "60/90" en donde habla de los cortos.

-La flecha y un compás ¿se hizo en esa época?
David José Kohon: Más o menos. Es de 1950, cuando yo tenía 20 años. Escribí una especie de guión automático, siguiendo la metodología surrealista. Justo cuando lo estaba terminando de escribir tuvo lugar mi segunda experiencia en la cárcel. Yo estaba solo en un calabozo, tirado en un banco de cemento que hacía las veces de cama, y trataba, para evadirme de la angustia del encierro, de elaborar imágenes para la película.
Como no tenía dinero la tuve que filmar con película positiva. Es decir, a la película positiva la hice trabajar como negativo abriendo completamente el diafragma en exteriores. Después la hice procesar como reversible y compaginé directamente sobre eso. La verdad es que ahora no me importaba demasiado si la fotografía estaba bien o no; lo que me tenía fascinado era el poder hacerlo. Así es donde se aprende. Con La flecha y un compás me di cuenta de que era un burro total, de que no sabía nada: quería jugar con el ritmo y el ritmo jugaba conmigo.
Cada vez que hago un largometraje la vuelvo a ver, porque me redescubre al David de veinte años y la libertad que tenía por su ignorancia. Y siempre por ahí me plagio alguna toma.


Buenos Aires...
¿Nos podría contar como surgió la idea?
David Kohon: Sí, es muy sencillo y tiene relación con la política. Poco antes de que asumiera Frondizi –ya había ganado las elecciones- me encontré con un periodista que también era amigo de Eichelbaum y después fue secretario de espectáculos en La Opinión. Me dijo “Estamos en un plan para erradicar la villas miserias cuando suba Frondizi y queremos hacer un documental sobre eso. ¿A vos te interesa?”. Le respondí que sí y quedamos en eso. Cada tanto nos encontrábamos y él siempre me decía: “Todavía no”. ... Yo en ínterin me fui calentando y empecé a ir a las villas a hablar con la gente. Siempre había alguna delegada o delegado peronista de las unidades básicas. Yo les decía: “No soy peronista, pero estoy con ustedes” y les conté que iba a hacer una película. El tiempo iba pasando y no había ninguna respuesta oficial. Yo me fui engranando más todavía hasta que al final compré unos metros en 35 mm y fuimos con Ricardo Aronovich a filmar algunas tomas con una cámara que había que alquilar. Filmamos hasta que me di cuenta de que no podía poner más guita. Y finalmente un día me encontré con este periodista, que estaba con una cara larguísima: “Mira”, me dijo “estos tipos no van a largar nada; ni plan, ni película, ni nada”. Entonces yo me quedé con ese poquito filmado, las ganas de hacerla y la palabra dada a la gente de las villas. Así que dije: “La voy a hacer de todas maneras”. Conversando un poco con Ricardo decidimos filmarla en 16 mm, lo que suponía un lance jodido porque en aquella época todavía no se había hecho ninguna experiencia seria de ampliación. Se habían hecho cosas parciales, pero nada orgánico. Así que filmamos todo en 16 mm, se procesó como reversible, se hizo una copia para montar (para que no pasara lo de La flecha...) y por supuesto decidí un cambio en toda la orientación de la película: ya no iba a ser una película con un plan de erradicar nada sino fundamentalmente una protesta, una puteada. Quedó una película anarquista. Mi propia bronca y decepción se vio reflejada en la bronca y decepción de toda esa gente.
Trabajé casi sin guión, con un método Vertov, y con algunas cosas escritas y rehechas. Por ejemplo, lo del chico que saca la bandera sucia de la basura. Eso fue algo que yo había visto en una de las visitas sin cámara; lo que hice después fue reconstruirlo: agarré a un pibe y le dije: “Hacé esto”. O sea que fue un Vertov no del todo ortodoxo."

La flecha y un compás (1950) 12'
Dirección, libreto y montaje: David J. Kohon. Fotografía: Carlos Razzella, Naum Sopoliansky. Con Guillermo Maceira, Ana Tesolín, Gabriel Renner. 16 mm blanco y negro

Fonte: DivX Clasico


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